Psicología del consumidor
¿Cómo influye la publicidad en el consumidor?
La psicología del consumidor es una rama de la psicología dirigida a entender el comportamiento de los consumidores y a influir sobre él. Se centra en aspectos como: qué demanda el consumidor, qué necesidades manifiesta, cómo aumentar su interés y con ello el consumo, etc.
La publicidad está destinada, principalmente, a que el individuo consuma un determinado producto, como pueden ser productos tecnológicos, ropa, alimentos, ser socios de entidades sociales o comprar lotería, entre otros.
El comportamiento del consumidor varía de una persona a otra y está influida por el ambiente sociocultural y económico en el que vive, por lo que las demandas van cambiando a lo largo del tiempo.
En la publicidad se tiene en cuenta el marketing, que se apoya en la psicología y los procesos mentales de los individuos para aumentar el consumo, tienen en cuenta qué colores, sonidos, imágenes pueden atraer más. Incluso contemplan la posición de los productos en el supermercado, así como las formas de los envases.
La base de la psicología aplicada a la publicidad se centra en las necesidades humanas: intentando satisfacerlas y creando otras que el consumidor aún no ha demandado.
Al publicitar los productos, se intenta generar una serie de emociones positivas como alegría, diversión, felicidad, etc. de tal manera que se asocien dichas emociones a un determinado producto. Se enfatiza el generar estas emociones, dejando a veces al producto en segundo lugar ya que, son las que influyen más decisivamente en la decisión final de la compra. Por ello, se usan imágenes de familias felices, cuerpos esbeltos, personajes famosos, todo para crear la expectativa inconsciente de que con ese producto se llegará a eso.
También, se realizan estudios de mercado para conocer la satisfacción sobre un producto, las ventajas y desventajas. Esta información es utilizada para mejorar o potenciar dicha marca. Además, les sirve para conocer al público al que va destinado el producto, para saber qué quiere o en qué está interesado cada grupo de población. No necesitan ni buscan lo mismo un progenitor de familia, una persona soltera, una pareja de jubilados, un adolescente, etc.
Existen los mensajes subliminales, llamados así porque los estímulos pasan desapercibidos ya que se presentan por debajo de la percepción, es decir, a nivel consciente no hay un registro de la información pero sí lo hay a nivel inconsciente.
En España, la publicidad subliminal esta considera como publicidad ilícita por la Ley General de Publicidad de 1988.
Desde el punto de vista de la psicología, se pueden llegar a desarrollar trastornos cuando la necesidad de comprar se convierte en algo impulsivo y difícil de controlar.
Los trastornos de las compras compulsivas pertenecen al grupo de trastornos relacionados con el control de impulsos. Además, correlacionan con trastornos de ansiedad, estados de ánimo deprimido, trastornos de la conducta alimentaria, entre otros síntomas.
La publicidad no tiene porque entenderse de manera negativa, también puede ir enfocada a fomentar la educación, el interés por aprender o los derechos humanos.