Necesidad del test de orientación vocacional
Para algunas personas no es necesario realizar un test de orientación vocacional porque tienen claro lo que quieren estudiar o en que quieren trabajar. Sin embargo, hay otros que no lo tienen tan claro y tienen dudas, lo que suele generar angustia y preocupación sobre el futuro.
Los test de orientación vocacional intentan relacionar las habilidades personales, las aptitudes y las aspiraciones e interés profesionales con una formación concreta o con un área profesional determinada.
Los test pueden ayudarnos a concretar nuestras áreas de preferencia, pero no son determinantes ni deben ser usados como única información a tener a cuenta a la hora de elegir nuestra formación. Es muy importante tener claro lo que nos gusta o nos interesa y qué se nos dan bien ya que nuestras habilidades personales suelen estar muy relacionadas con nuestras preferencias.
Hay varios tipos de test de orientación vocacional distinguiéndose en las siguientes categorías:
- Test de personalidad: identifica los rasgos dominantes de la personalidad de cada individuo y los relaciona con las tareas o actividades con las que estaríamos más “cómodos”. Por ejemplo, capacidad o facilidad para el trabajo en equipo, trabajar bajo presión, seguir normas, etc.
- Test de intereses profesionales: se presentan una serie de actividades profesionales y el individuo debe elegir su preferencia ante una actividad u otra.
- Test de aptitudes: determinan qué tareas se te dan bien pero no dan información sobre intereses o preferencias. Identifican capacidades o aptitudes verbales, espaciales, numéricas, etc. y lo relacionan con el tipo de actividades que desarrollarás con más facilidad.
La psicología en la orientación laboral
La orientación vocacional, profesional o laboral es una de las aéreas abordadas desde los departamentos de orientación de los institutos y colegios.
Los psicólogos o psicopedagogos están al frente de estos departamentos y, ente otras funciones, proporcionan asesoramiento a los estudiantes sobre sus futuros estudios y/o salidas profesionales. En este asesoramiento están implicados otros procesos como el fomento del autoconocimiento, concretar preferencias en áreas de estudio o trabajo, toma de decisiones, solución de problemas, etc.
Las preferencias a la hora de elegir una carrera se basan principalmente en aspectos individuales (aptitudes, intereses, habilidades, preferencias, experiencias personales, ajuste emocional etc.) pero también está influida por factores ambientales (aspectos sociales, económicos, familiares, recursos educativos en su ciudad, etc.).
De los 17 a los 20 años los jóvenes se enfrentan a varias decisiones como elegir área vocacional, es decir, “planificar su futuro” y responder a las demandas propias de su edad como alcanzar una independencia emocional, forjar su autoconcepto, determinar la manera en la quiere relacionarse con personas ajenas a su familia.
La orientación laboral no se limita a este periodo de la adolescencia, también trabaja con población adulta, desempleada o que busca cambiar de trabajo porque no se adecua a sus necesidades o con jóvenes que buscan su primer empleo tras haber finalizado sus estudios y no saben cómo orientar su formación al mercado laboral.
En esta área, además se introduce la evaluación de habilidades propias e intereses profesionales como la elaboración del currículum vitae, técnicas de búsqueda de empleo, preparación para entrevistas, definición objetivos profesionales, etc.
La orientación laboral se puede entender como un proceso de ayuda, es decir, el orientador proporciona información, facilita la toma de decisiones o enseña estrategias de búsqueda pero no dirige ni elige ya que, la decisión final es de la persona.