Los problemas mentales y el sexo
¿Influyen los problemas en el sexo?
El sexo es un área normal, sana, biológica que forma parte de los instintos primarios del ser humano, al igual que el hambre o el sueño. Así pues, de la misma forma que ante determinadas situaciones de la vida, podemos ver alterado nuestro patrón de sueño o de alimentación, lo mismo ocurre con nuestra actividad sexual. Por lo tanto, no solo los trastornos mentales graves están relacionados con problemas sexuales, también otras circunstancias de la vida diaria, como las dificultades con la pareja o los problemas laborales como el estrés o la falta de empleo.
Sin embargo, hay algunos trastornos mentales que cursan con alteraciones de la vida sexual. Por ejemplo, los trastornos depresivos suelen correlacionar con una disminución del deseo sexual y los trastornos bipolares con un aumento.
Algunos trastornos de ansiedad desencadenan problemas sexuales, siendo a menudo estos últimos síntomas los que llevan a realizar una consulta psicológica y/o médica.
En otros trastornos aparecen hay dificultades para interpretar los estímulos sexuales. Además, determinadas enfermedades físicas y el uso de ciertos medicamentos pueden afectar directamente a nuestra vida sexual.
Estas dificultades sexuales pueden aparecer por haber desarrollado una ansiedad asociada a las relaciones sexuales, por malas experiencias sexuales, por no haber recibido educación en el área sexual, etc.
Los problemas sexuales pueden encontrarse en cualquiera de las fases de la relación sexual: en la fase de deseo (disminución o aumento), en la fase de excitación (dificultad para alcanzarla) y en la fase de orgasmo (problemas para lograrla o que se produzca antes de lo deseo). Además, se puede sentir dolor en la relación sexual.
En el DSM (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), se encuentran clasificados los trastornos sexuales. Dentro de ellos se encuentran:
- Parafilias: voyerismo, exhibicionismo, fetichismo, sadomasoquismo, pedofilia, entre otros.
- Disfunciones sexuales: trastornos relacionados con las fases de deseo (ej: deseo sexual hipoactivado), excitación, u orgasmo y los trastornos sexuales por dolor. Estas alteraciones pueden ser producidas por diferentes causas, como hemos mencionado anteriormente.
- Trastornos de la identidad sexual.
Adicción al sexo
El proceso de adicción al sexo es similar a la adicción a una droga por tanto, conlleva unos efectos similares como:
- Intentos infructuosos de control sobre la conducta, lo que puede generar malestar y sentimientos de culpa.
- Persisten en su conducta a pesar de acarrearles consecuencias negativas como consecuencias legales y/o económicas.
- Dedican una gran parte de su tiempo en la conducta o pensar sobre ello o cómo conseguirlo.
- Influye en su vida laboral, personal y/o social.
En estas personas suelen aparecer problemas para controlar sus impulsos y el sexo deja de vivirse como algo placentero porque lo perciben como algo que “han de hacer”.
A menudo es usado como medio a través del canalizar ansiedades, dificultades o problemas personales.
El objetivo del tratamiento no es lograr la abstinencia, es aprender a disfrutar de la sexualidad de manera sana y libre.
Este es un tema que genera controversia ya que cada ser humano tiene un nivel de deseo sexual por lo que para unos puede ser excesivo, para otros puede ser normal. Por ello, se podría decir que estamos ante un problema si la persona siente malestar con su conducta y que no es capaz de controlar sus impulsos.