La juventud y las Redes Sociales
Es un hecho que en la actualidad Internet se ha convertido en una herramienta de comunicación, personal y laboral, imprescindible.
En los jóvenes esta forma de comunicación forma parte de su rutina, muchos han crecido con las nuevas tecnologías y las ven como parte necesaria de su vida en su manera de relacionarse. Es un medio a través del que comparten su información privada y se relacionan con otros pero hay que saber que este contacto nunca va a sustituir al contacto humano directo.
Las redes sociales son un instrumento útil y necesario pero es importante usarlo con cuidado para no caer en problemas relacionados con el uso de la privacidad de uno mismo o incluso en adicciones a estas tecnologías. Por ello, hay que tener cuidado con la información que se “cuelga” o se publica ya que a veces se pierden los límites de la privacidad y se exponen demasiado al exterior.
El acoso en las redes sociales
El ciberacoso o cyberbulling, es un fenómeno muy presente en la actualidad que se produce cuando se usan los medios digitales para acosar a una persona a través de ataques personales (insultos, descalificaciones, humillaciones, etc.), mediante la divulgación de textos, fotografías o videos, que pueden reales o falsas.
Se centra en falsas acusaciones o informaciones sobre la víctima, de manera repetitiva, es decir, no se trata de un ataque aislado.
En este tipo de acoso, el acosador no “ve” a su víctima, ya que no hay un contacto directo con ella.
Al igual que en los casos de acoso directo, en persona, la víctima experimenta sentimientos de indefensión, humillación, estrés, depresión, ansiedad, ira, pérdida de confianza en sí mismo, etc. Esto suele llevar al aislamiento, a no hablar, puede tener problemas en los estudios (cuando antes no los tenía). En algunos casos se puede llegar al suicidio y en muy pocos casos comunica la situación que vive, es decir, no denuncia la situación.
El acosador, según algunos autores, el perfil general del acosador puede ser el de persona sin empatía, ni respeto o consideración hacia los demás, con baja tolerancia a la frustración y puede presentar rasgos del trastorno narcisista de la personalidad o rasgos psicopáticos. Además, es probable que en su entorno haya habido cierta impunidad ante acciones previas.
No nos podemos olvidar de los espectadores de esta situación, que se habitúan a este tipo de acciones y, además de volverse insensibles a estas injusticias, con su silencio contribuyen a que se perpetúe la situación, por lo que en cierta manera pasan a convertirse también en acosadores.
Es un delito recogido en el Código Penal español, como delitos informáticos. Estos delitos incluyen: delitos contra la intimidad, amenazas, pornografía infantil, delitos contra el honor y la alteración o destrucción de datos/documentos ajenos.
Es importante hacer más consciente a los jóvenes, a los padres, a las escuelas y a la sociedad en general de las consecuencias del acoso, de la gravedad de la situación y de qué pasa en todo tipo de esferas sociales. Además, es necesario concienciar a padres y profesores a estar más atentos a las “alarmas”, es decir, a signos que pueden hacer ver que algo no está funcionando bien y que hay que indagar.