Definición de la psicología del amor
Teoría triangular del Amor
El amor es una de las emociones más complejas del ser humano y ha sido ampliamente estudiada desde diferentes orientaciones de la psicología.
Los estudios se centran en las diferentes “fases” del amor, desde cómo surge el enamoramiento, qué hace que se elija a una pareja y no a otra, el mantenimiento de una relación, las crisis de pareja, las rupturas, etc. Además, no solo está el amor “romántico”, entendido como aquel dirigido a una pareja, sino también el amor a los padres, los amigos, los hermanos, etc.
El psicólogo R. Stenberg elaboró la Teoría triangular del Amor en la que afirma que para que una relación de pareja sea satisfactoria, se han de dar tres componentes: intimidad, pasión y compromiso.
Si sólo están presentes una o dos de ellas, es más difícil que la relación se mantenga. Así, las diferentes etapas del amor estarían explicadas por la combinación de estos ingredientes, es decir, en las fases iniciales de una relación tendría más peso la pasión y según avanza, la intimidad y el compromiso aparecerían en mayor medida.
Desde una perspectiva cognitivo-conductual, consideran que la elección de la pareja se basa en aspectos como la cercanía física, el contacto frecuente, la atracción física, la percepción de semejanza y/o complementariedad, entre otras.
El considerar una relación como satisfactoria estaría determinada por la sensación de que la relación ganancias-inversiones es superior, es decir, cuando se siente que la aportación a la relación no solo es recíproca, sino que se recibe más de lo que se da.
Las orientaciones psicodinámicas también han estudiado la psicología del amor y los procesos de enamoramiento. Ello considera que influyen factores inconscientes, culturales y características de personalidad. Además, los modelos de la pareja de padres interiorizados también contribuyen, de manera inconsciente, a la elección sea por elegir algo similar o lo opuesto a lo observado-aprendido.
Otras orientaciones más biologicistas consideran que el amor es un proceso mental influido por las sensaciones corporales y alteraciones neuroquímicas, como el aumento de la dopamina, la serotonina o la noradrenalina; las cuales son responsables de las sensaciones de euforia, felicidad, excitación, etc.
Además de este amor romántico, hay que tener en cuenta una de las motivaciones secundarias presentes en los seres humanos enunciadas por el psicólogo Maslow, entre ellas destaca el necesidad de afiliación consistente en la necesidad humana de afecto, amistad e intimidad sexual.
El amor es también cosa de hombres
Los hombres tienen sentimientos al igual que las mujeres pero es cierto que, en algunos casos, su manera de expresarlo puede ser distinta. Ello se debe a ciertas diferencias biológicas como determinadas localizaciones cerebrales y distintos niveles de sustancias químicas en el organismo pero sobre todo, está influenciado por la trasmisión cultural de los roles tradicionalmente asociados a cada género. Estos roles han fomentado, por ejemplo, que las mujeres sean más expresivas en sus emociones y los hombres más contenidos y con mayor dificultad o menor necesidad de expresión de sentimientos así como algunas posiciones desiguales de poder en las relaciones de pareja.
Por ello, aunque es cierto que existen diferencias entre hombres y mujeres a la hora de expresar el amor, no se puede perder de vista las diferencias individuales a la hora de relacionarse con los demás. Cada individuo tiene una historia particular, unas características de personalidad, una vivencia personal y está influido por un determinado estilo educacional familiar.
Lo importante sería dejar atrás estas diferencias para poder cambiar los estereotipos que pesan sobre unos y otros. Para ello, es necesario educar en la igualdad, no sólo en lo relativo a los derechos, sino también en la libertad para la expresión de sentimientos o afectos sin miedo a ser etiquetado o rechazado por ello.
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